A lo largo de los años, lo que antes era una zona de la casa en la que solo se entraba para cocinar y poco más, se ha convertido en una estancia de las más importantes.
Hacemos mucha vida en la cocina, con lo que cada vez damos más importancia a estar cómodos, a trabajar bien y a, sobre todo, tener una limpieza rápida y fácil, porque a la vez es una zona de las que más se ensucia.
Los materiales de las cocinas van evolucionando cada vez más, y además de ser bonitos son prácticos y duraderos.
Los dividimos en tres grandes grupos, laminados, lacados y madera, y todos ellos están presentes en nuestras instalaciones de Alcalá de Henares, a las que los clientes pueden acceder online pinchando aquí.
Son puertas de aglomerado recubiertas de una lámina decorativa. Hay distintos grosores de lámina y material (estratificado, melaminas, laminados lacados, etc. ). Según el tipo de lámina y acabado, tendrá un precio u otro.
Por lo general son puertas lisas, aunque hay modelos nuevos en el mercado, pocos todavía, que ya vienen con molduras. Son canteadas en dos o cuatros lados y no son porosas, con lo que la limpieza es muy cómoda y altamente resistente. Además hay acabados en alto brillo, en brillo, en mate y soft, y también imitaciones de madera realmente buenas. Tiene uno de los precios más asequibles del mercado.
Dependiendo del acabado, podemos dar a la cocina una sensación más moderna y actual, o incluso podría ser una terminación más clásica o rústica.
Sobre una base de DM, que es una mezcla de maderas y fibras prensadas, se aplican varias manos de laca, ( según el fabricante lleva más o menos capas), y una terminación en poliéster para protegerlo de golpes y arañazos.
El DM nos permite con máquinas especiales, hacer distintas molduras y formas, así innovamos y nos salimos de las puertas lisas típicas. Son puertas que están echas de una pieza, así que no llevan cantos, no son porosas y se trabajan tanto en alto brillo como en mate.
Otra de las ventajas es que se pueden hacer en muchos colores e incluso personalizar este aspecto, con lo que nos da mucho juego a la hora de hacer distintas combinaciones.
El coste de una cocina lacada es más caro que una terminación laminada, ya que el lacado lleva mucho trabajo cuando se está haciendo, ya que hay que hacerlo puerta por puerta.
Tiene muy fácil limpieza al no ser porosa, así que también es uno de los materiales más elegidos dentro de las opciones para amueblar cocinas.
Por último llegamos a la madera, el material noble por naturaleza, el que ha estado siempre presente en todas las cocinas.
Las maderas, pueden ser macizas y semi-macizas y de ello dependerá en gran parte el coste final de nuestra nueva cocina.
A día de hoy, en la madera podemos encontrar gran cantidad de terminaciones, con lo que tenemos que eliminar el concepto de que una cocina de madera, es una cocina clásica. Se trabaja mucho en lineas modernas, con puertas más lisas y acabados más claros.
Hay distintas maderas que se trabajan en cocina, pero la más demandada es el roble, por su dureza y la calidez de sus betas.
Al ser un material natural, lleva poro, pero los acabados que se le dan evitan que tengamos que trabajar más de lo necesario en nuestra cocina. Es la opción más cara, ya que para hacer una puerta, se necesitan varios tableros que se van uniendo entre sí, aunque es muy resistente y duradera.
A grandes rasgos, estos tres son los grupos en los que podemos dividir los materiales de puertas que hay para escoger. Cualquiera de ellos es una opción muy buena, y tendremos cocinas que nos durarán una gran cantidad de tiempo, que al final es lo que todos buscamos cuando amueblamos esta zona tan importante de la casa.